Abrazamos con fe y ternura el compromiso de formar y preparar al educando con preferencia a los más necesitados, según el deseo de nuestro Santo Fundador para que participe de modo crítico y constructivo en la transformación de la historia, creando día a día una sociedad que tenga como base la fraternidad y como único móvil el amor.
Como comunidad educativa acogemos con delicadeza y verdadero interés a quien llega a nuestra Institución. Reconocemos nuestros límites en algunos casos, y sin que el educando desmerezca nuestra apreciación y respeto, lo encauzamos hacia quienes le brinden el apoyo efectivo y afectivo que requieran, para facilitarle el transformarse en la persona que Dios soñó.
Nuestro estilo educativo exige nuestra presencia y la de nuestros colaboradores como CONVIVENCIA PEDAGÓGICA que acompaña y deja libre, en una relación personalizada y acogedora.
Jesús Eucaristía es el centro de la Institución y de nuestra vida; Santa María de Guadalupe nuestra Madre y amiga. De ellos aprendemos a ser CORAZÓN QUE AMA y BRAZOS QUE ELEVAN A QUIEN MAS LO NECESITE, en todo lugar y circunstancia.